(c)MarilúIckes
Yo mismo soy el culpable
Para muerte eterna soy acusable
Mi impotencia me deja enjuiciable
¡Yo iré! En el cielo Jesús dijo resonante
El mismo Jesús con contundencia
Vino sin escatimar su ascendencia
Vino sin cosa a qué aferrarse
Vino, y a mí era semejante
El mismo Jesús bajó
Y así mismo se humilló
Hasta la muerte de cruz obedeció
Con amor eterno me amó
Cuando su vida por mí entregó
El amor de Jesús amerito
De tal manera dice el escrito
De tal manera a todos quiso
De tal manera hasta el infinito
Yo mismo despreciable
Yo mismo el culpable
Mía la sentencia
Mía cuando enfrenté la audiencia
Era mía la condena
Era mía la madera
Me tocaba subir el Gólgota
Me tocaba sufrir las congojas
Me tocaba el vinagre en esponja
Me tocaba, me tocaba ¡qué paradoja!
Me tocaban los clavos
Me tocaban los puñetazos
Me tocaba la agonía
Me tocaba a mí lo que Él padecía
Tomó mi lugar en el Getsemaní
Tomó mi lugar en el Sanedrín
Tomó mi lugar en la traición
Y me cubrió sin dejar fracción
Hoy me cubre su gracia
Hoy su amor me sacia
Hoy su misericordia me libra de desgracia
Rindiendo a Él mi contumacia
Porque Jesús me reemplaza
El infierno no es amenaza
La vida eterna me espera
Residencia nueva me entrega
Y mi alma sosiega
Jesús puede hoy cambiar tu rumbo
Y deja de dar tumbos
Reemplazando tu lugar por el suyo
Jesús diciendo en tu vida me instituyo
Jesús provee nueva senda
Y su Santo Espíritu te da por prenda
Te ilumina para que su Palabra comprendas
Destruyendo de Satán la componenda