El Tamaño del Copo

Después que Job deseó no haber nacido, Dios lo confrontó y le preguntó: “¿Has tú entrado en los tesoros de la nieve? (Job 38:22a). Ciertamente, el avance tecnológico no era tan avanzado en los días de Job. Pero con los avances de la ciencia en la actualidad, científicos han descubierto este mundo tan espectacular.

Cuando la temperatura atmosférica (por encima de las nubes) está por debajo de los 0 grados (grados de congelación) y la humedad es relativamente baja, dentro de las nubes se forman cristales en forma hexagonal debido a la condensación del vapor de agua. La molécula de agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. El cristal es formado cuando los átomos de hidrógeno se separan a exactamente 120 grados entre sí.  A medida que los cristales van cayendo de las nubes, las partículas de agua en el ambiente se unen a cada uno de los seis lados del cristal creando complejas, simétricas, y bellas geometrías llamadas copos de nieve. Las formas de los copos de nieve varían de acuerdo a la temperatura y la humedad.

Los copos de nieve crecen externamente y son más atractivos a medida que la temperatura baja y la humedad aumenta. Esto se debe a que las moléculas de humedad en el ambiente se continúan adhiriendo a cada uno de los seis lados del hexágono creando una geometría extraordinariamente bella. Hay más de 100 tipos básicos de copos de nieve.

Cuando las temperaturas bajan a niveles bajo cero, el nivel de frío puede causar muerte corporal. La vida del cristiano debe ser similar. Cuando morimos al yo, nuestro cuerpo está bajo temperaturas mortales.  La Biblia dice que es necesario que el grano de trigo muera (Juan 12:24). Juan el Bautista fue considerado grande (Mateo 11:11) y aún así, Juan el Bautista dijo que era necesario que él menguara (Juan 3:30) para que Cristo creciera.

Volviendo al copo de nieve. Para que el copo de nieve crezca la temperatura baja bajo cero y la humedad aumenta. Así mismo debe ocurrir en nuestra vida espiritual. Debemos morir al yo; sumergirnos en Cristo muriendo a nosotros mismos mas Cristo creciendo en nosotros. De este modo, cuando otros nos ven, ven a Cristo en nosotros. Dijo el apóstol Pablo: “mas ya no vivo yo sino vive Cristo en mí” (Gal 2:20). Ya no somos un mero cristal, somos un copo de nieve porque Cristo crece en nosotros. De nosotros depende el tamaño del copo.

Referencias:

¿Cómo se hace la nieve? (2012). Recuperado el 28 de enero de 2014, de http://www.youtube.com/watch?v=sNpmVnamLSc&feature=youtu.be

Casiodoro de Reina (ed.). (1569). La Biblia.