(c)Marilú Ickes, Música del audio, Alexis Ortega, “Dios es Bueno”
Hoy día vivimos tan de prisa. Nos levantamos y comienza la corredera de asearnos, preparar desayuno, preparar los niños, atender mascotas, dejar todo recogido… En fin, es un corre corre cada mañana. Lamentablemente, en nuestra lista de cosas por hacer, no figura el presentarnos a Dios.
Déjame decirte. Comenzar el día a solas con Dios no tiene comparación. Levántate primero que el resto de la familia y te aseas para esa cita tan importante con Dios. Luego, te preparas un té o un café y le añades unas galletitas por el lado. Agarras tu Biblia con una libreta y un lápiz y te ubicas en tu rincón favorito. Comienzas a comer ese manjar del cielo. Sientes que refresca tu alma y refresca su ser. Sientes que tu ser es saciado. Levantas tus manos y alabas al Dios que vive y reina por siempre. No tengas prisa, medita en lo que su Palabra dice. Mientras meditas, deja que Dios te hable. De esta manera el provee dirección a tu vida. Provee bálsamo.
El salmista David decía “oh Jehová, de mañana oigas mi voz. De mañana me presentaré delante de ti y esperaré.” (Salmos 5:3) “pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia. Porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.” (Salmos 59:16) “mas yo a ti he clamado, oh Jehová, y de mañana mi oración se presentará delante de ti.” (Salmos 88:13) “de mañana sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días” (Salmos 90:14). Como podemos ver buscar a Dios de mañana provee gozo y paz. Nos permite sentir su amor, su poder, su gozo, su amparo y refugio aún en el día la angustia. Y nos da la tranquilidad de que nos oye. Buscar Dios de mañana. Ese, es un comienzo mañanero extraordinario.
Disfrútalo.