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Nosotros los seres humanos somos muy prestos a señalar, criticar, juzgar, apuntar con el dedo, y acusar. Cuando alguien demuestra un comportamiento fuera de los estándares de lo que esperamos, las opiniones no tienen freno. Esto no es distinto cuando leemos la Palabra de Dios. Cuando vemos la historia del profeta Oseas escuchamos expresiones de asombro como ¡Qué barbaridad! Otros piensan cosas tales como, el profeta no tenía dignidad. Muchos se preguntan ¿cómo es posible que él continuara con esa mujer tan infiel? Y otros simplemente dicen “No puedo entender”.
Para aquellos que no saben qué pasó con el profeta Oseas, he aquí una breve explicación. El profeta tenía una esposa que se llamaba Gomer. Oseas amaba a Gomer entrañablemente. Por otro lado, Gomer le era infiel. Ella le era infiel una y otra y otra y otra vez. Y mientras peor se tornaba la situación, más Oseas amaba a Gomer. Me imagino que ahora no te debe extrañar el porqué la gente tiene tantas expresiones de asombro sobre la reacción del profeta Oseas.
Sin embargo, cuando analizamos a fondo esta pareja vemos un paralelismo. Me explico. Por un lado tenemos a un hombre que recibe a una mujer como esposa. La ama. La cuida. La protege. Le provee. ¿Qué hace la mujer a cambio? Dice la Biblia que Gomer se prostituyó y se deshonró.
Por otro lado tenemos otra pareja; Jesucristo y su novia. El grupo de creyentes que constituyen la Iglesia es la novia del Cordero. La novia fue comprada a precio de sangre en la cruz del calvario. La novia ha sido redimida, perdonada, transformada, y se está ataviando para recibir a Jesús en los aires. Mientras tanto, esto es lo que hace la novia:
- Consulta a criaturas en vez del creador.
- No cree a las promesas de su prometido.
- Duda de la palabra de su prometido.
- Pone a su prometido en segundo plano.
¿Cómo es esto? Encontramos la novia consultando a adivinos, lectura de la mano, astrólogos, y encantadores (Levítico 20:6). La novia se vuelve a otros dioses porque suenan o hablan bonito (Jueces 8:33). La novia se enoja con su prometido pues ella quiere las cosas a su tiempo, forma, y manera (Oseas 2:5). La novia se contamina viviendo una vida que no agrada ni está conforme a los preceptos de su prometido (1 Crónicas 5:25; Salmos 106:39).
Pero las historias de Gomer y la novia son llenas de esperanza. Oseas amó y amó a Gomer; con amor eterno la amó. De la misma manera Jesús ama a la iglesia y le dice con amor eterno te he amado. Cuando Gomer estaba en una condición que era considerada como nada, Oseas la recogió y la amó. Jesús hace lo mismo con nosotros. Jesús te llama y te dice “Ven”. Dios quiere colmar tu vida de favores y misericordias. El quiere saciar de bien tu boca. No te ha paga conforme a tus delitos y pecados. Mas bien, El es restaurador, transformador, redentor, y sanador. El toca a tu puerta pacientemente esperando que abras y le recibas. Ven a Jesús y verás cómo tu vida cambiará. Él cambiará tu lamento en baile, tu tristeza en alegría.
Dale una oportunidad. El está presto, dispuesto, y disponible, hoy y ahora. Quiere honrarte como su prometida.
Créditos:
- Transfondo musical en version audio: Alexis Ortega, Cara a Cara de la producción ‘Destello de tu gloria’.
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