Cuando llega el momento de la crisis y el luto tenemos la tendencia de mirar hacia atrás. Nos enfocamos en lo que hemos perdido, lo que pasó, lo que pudo ser y no fue. Orfa y Ruth, las nueras de Noemí, hacen un gran contraste en este particular. Noemí instó a ambas nueras a que comenzaran una nueva vida en su tierra y que volvieran con sus familias en Moab.
Tanto Orfa como Ruth estaban en un proceso de luto y lamento. Orfa miró hacia atrás y Ruth miró hacia delante. Orfa vio con buenos ojos la posibilidad de continuar con su vida dentro de lo que le era conocido. Se enfocó en su familia en Moab, en la tierra que le vio nacer, y su cultura. Ruth ignoró todo lo que quedó atrás y vio lo que la vida de Noemí escribía. Ella vio la grandeza del Dios de los Judíos. Ruth vio un futuro más allá de lo que podía percibir.
Si miramos hacia delante vemos porvenir y esperanza. Déjame compartirte lo que dice la palabra de Dios para tu futuro. Jeremías 31:17 dice que “esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová.” 2 Reyes 18:5 dice “En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá.” Job 5:16 dice que Jehová “es esperanza al menesteroso.” Salmo 62:5 dice “Alma mía, en Dios solamente reposa, Porque de él es mi esperanza.”
Ruth miró al futuro, vio su vida en Belén sirviendo a Jehová, Dios de los judíos. Es momento de tomar una decisión. ¿Te aferras al pasado o te mueves al futuro? Regresas a tierra de Moab o dices, Jehová, tu pueblo es mi pueblo y TÚ eres mi Dios! “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió” (Hebreos 10:23). Y recuerda “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.” (Jeremías 29:11-13).